Hola Gabriela, muchas veces el principal problema lo encontramos en la falta de tiempo, para poder combinar el que nos insume nuestros contenidos con un espacio para PARAR. Nos dejamos llevar por la vorágine del día y no queda tiempo para estas pequeñas actividades que ayudan tanto y cambian fundamentalmente el ambiente en el aula.
Pero cuando logramos generar el hábito los chicos lo desfrutan y ellos mismos las solicitan.